Les invitamos a la Sesión Solemne en
Con la Presentación del Libro “Una Vida al Servicio de muchas Vidas” del Mtro. Virgilio Adrián Arias Ramírez, que se llevará a cabo próximo jueves 16 de octubre a las 18:00 horas en el Salón “Libertador Miguel Hidalgo y Costilla” del edificio sede, ubicado en Justo Sierra No. 19, Centro Histórico de la Ciudad de México.
Esperamos contar con su presencia
Reciban nuestros saludos
Julio Zamora Bátiz y Luis Bolland Carrere
.
Murió el profesor Edgar Robledo Santiago, el último apostol de la educación rural en Chiapas; el dirigente más honrado en toda la historia del SNTE; en julio asistió a la develación de su busto en la ciudad de México.
Considerado el último apóstol de la educación rural en Chiapas, el profesor Edgar Robledo Santiago, quien falleció el pasado 9 de mayo, a los 90 años, fue un hombre que dedicó su vida entera al servicio de los demás, como maestro rural, funcionario público, legislador y sindicalista.
Nació en el ejido Belisario Domínguez, municipio de Motozintla de Mendoza, el 20 de septiembre de 1917; fue maestro rural de 1934 a 1942 en su estado natal, actividad que a juicio de sus paisanos desempeñó con gran devoción, pasión y orgullo.
“Y me hice maestro rural que es hacerme creador” fue uno de sus pensamientos que definen el amor que profesaba a esta actividad.
Virgilio Adrián Arias Ramírez, en su libro Edgar Robledo Santiago, una vida al servicio de muchas vidas, consigna la huella que dejó el maestro en las zonas donde laboró no sólo enseñando.
“En las comunidades rurales, fue admirada su presencia porque pugnó por la dotación definitiva de tierras y ampliación de ejidos, el mejoramiento de la población en todos sus aspectos, la construcción de los edificios escolares con los anexos que por esa época eran exigidos a los planteles rurales, apertura de caminos, vacunación contra el paludismo e introducción de agua potable”, recuerda.
En 1942 se trasladó a Tuxtla Gutiérrez para continuar su labor docente. Además de dirigir la escuela primaria David Gómez Sr., impartió cátedra de Lengua y Literatura en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas. Más tarde, se convierte en catedrático de materias pedagógicas de la Escuela Normal Urbana de Chiapas y de Biología en la Escuela de Enseñanzas Especiales de Tuxtla Gutiérrez.
Desde sus primeros años como maestro, Robledo Santiago participó en actividades sindicales, y en 1956 fue electo secretario general del Comité Ejecutivo de la Sección VII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), gracias a que sus integrantes lo consideraban factor de unidad, ya que el gremio vivía diferencias al interior.
En 1958 fue designado Secretario de Relaciones del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, durante su Congreso Nacional celebrado en Monterrey. El trabajo realizado lo llevó a ser electo por unanimidad secretario general de su Comité Ejecutivo en 1964.
Durante su gestión el patrimonio económico del SNTE se consolidó como nunca y quedó al servicio de todo el magisterio del país. Los maestros que conocen su obra y sobre todo los jubilados, aseguran que Edgar Robledo ha sido “el dirigente más honrado en toda la historia del Sindicato Nacional de Educación”.
En marzo de 1968, fue electo otra vez, unánimemente, secretario general del Comité Ejecutivo de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, FSTSE.
Un año antes había obtenido la diputación federal por el Tercer Distrito del estado de Chiapas. En la Cámara de Diputados, además de presidirla, encontró a 2 de sus mejores amigos: Vicente Lombardo Toledano y Juan Sabines Gutiérrez, con quien también coincidió en el Senado de la República en el periodo 1970-1976 y en muchas otras batallas a favor de Chiapas.
De 1970 a 1975, fue director general del ISSSTE, cargo para el cual pidió licencia al Senado, y retornó al mismo para continuar su labor legislativa un año más.
“El maestro Robledo”, como cariñosamente le llamaban, fue secretario de Educación Pública del Gobierno de Chiapas durante el mandato de Gobernador Juan Sabines Gutiérrez.
Fue miembro de número del Ateneo de Ciencias y Artes, delegado a la Asamblea Mundial de Educación (1964), y socio fundador de la Academia de la Cultura del SNTE.
En materia de reconocimientos, su biografía es pródiga. En junio de 1980 ingresó como socio activo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, como miembro del Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas y del Ateneo Torres Bodet. Premio Chiapas en 1991.
En la anécdota queda entre sus allegados, que fue el asesor del mimo mexicano Mario Moreno Cantinflas, cuando éste hizo la película El Profesor, que derivó en una gran amistad entre ellos.
Entre algunas de sus obras destacan Por la Patria, Apuntes de Viajes, El folclore y la Educación, Solidaridad, Epistolario Sindical, Valores Humanos de Chiapas, Doctrina y Acción del SNTE, México, Paz y Libertad e Ideario Juarista.
Su último cargo público fue de Director de Promoción Cultural de la Representación del Gobierno de Chiapas en el Distrito Federal, cargo que desempeñaba al momento de su muerte y que le confirió el gobernador Juan Sabines Guerrero.
Los integrantes de las Asociaciones de Residentes Chiapanecos en el Distrito Federal, reconocen su trabajo en la promoción cultural de Chiapas, y lo consideran un símbolo de unión y fraternidad.
“Más vale un mínimo de realizaciones que un máximo de promesas”, fue la frase que con la que mejor describió su intensa y fértil labor pública.
Durante el homenaje realizado en su honor, en la ciudad de México, se develó su busto en Parque Chiapas, de la Delegación Venustiano Carranza. Agradeció entonces al Gobernador Sabines el reconocimiento, y recordó una frase de su autoría con la que describe su mayor orgullo e identidad: Y me hice maestro rural, que es hacerme creador, la cual figura en la placa de bronce situada en el pedestal.
Fuente: http://gentesur.com.mx/articulos.php?id_art=1376&id_sec=7
No hay comentarios.:
Publicar un comentario