Estimados Amigos Visitantes
Como todos los años en esta fecha, celebramos el aniversario de un gran hombre, nuestro ilustre y egregio fundador, en este 14 de febrero de 2013 conmemoramos el el CCXXXII Aniversario del Nacimiento del Dr. Valentín Gómez Farías, lo recordamos con especial afecto y compartimos con todos Uds. una breve biografía, así como una espléndida imagen de este destacado liberal.
Dr.
Valentín Gómez Farías
1781-1858
El
14 de febrero de 1781, en la ciudad de Guadalajara, nació José María Valentín
Gómez Farías. Su padre, José Lugardo Gómez de la Vara, era un español
peninsular dedicado al comercio. Su madre María Josefa Martínez y Farías, era
criolla.
Valentín
recibió la educación básica en su hogar, con maestros particulares. A los 18
años ingresó al bachillerato. Siendo ya alumno, le parecía absurdo que las
clases se impartieran en latín, por su cuenta leía libros impresos en francés
que estaban prohibidos.
Valentín
pensaba en la conveniencia de que México se liberara y tuviera una organización
política que beneficiara a todos los ciudadanos. En la Universidad de
Guadalajara estudió la carrera de medicina. Siempre se preocupó por conocer los
adelantos científicos en el tratamiento de enfermedades y por este motivo se
trasladó a la ciudad de México. Trabajó en el hospital de San Andrés durante
quince meses, pero decidió marcharse a Aguascalientes, donde le habían ofrecido
un trabajo.
A
principios de 1800, Valentín Gómez Farías llegó a Aguascalientes y se integró a
un grupo de criollos que apoyaban el movimiento de independencia. Entre estos
ilustrados se encontraban el licenciado Francisco Primo de Verdad y Rafael
Iriarte. Durante los años de lucha, Gómez Farías siguió trabajando intensamente
en su profesión.
En
1817 contrajo matrimonio y en 1820, siendo regidor del Ayuntamiento de
Aguascalientes, decidió formar un batallón con voluntarios para combatir a los
realistas, pero como no tenía dinero para comprar armas, dispuso de sus ahorros
y vendió varios objetos personales para conseguirlo. El 27 de septiembre de
1821, el Ejército Trigarante hizo su entrada victoriosa a la ciudad de México.
Terminaba así la guerra por la Independencia.
En
el primer Congreso Constituyente, en 1822, Valentín fue electo diputado por
Aguascalientes. El presentó un proyecto de ley para la formación de un banco
nacional cuyos fondos impulsaran la agricultura, industria y minería. En esta
época, formó junto con unos amigos, un grupo dentro del Congreso al que
llamaban Los Imparciales. Este pretendía equilibrar y conciliar las diferentes
opiniones de los diputados. También organizó la publicación de un periódico
para difundir sus ideas. Meses después, renuncia a su cargo en la Cámara por no
estar de acuerdo con la forma de gobernar de Iturbide y se marcha a Zacatecas,
donde colabora para la promulgación de una ley sobre educación primaria
gratuita, la primera de este tipo en México.
Cuando
en 1833 Antonio López de Santa Anna fue electo presidente de la República,
Gómez Farías ocupó la Vicepresidencia. Santa Anna poseía una enorme ambición
por el poder, en cambio, Gómez Farías tenía una sola idea:
Lograr
que México tuviera un gobierno que respetara la libertad de los individuos y la
igualdad para todos. Transcurridos pocos meses de haber ocupado la Presidencia,
Santa Anna pidió permiso al Congreso para ausentarse, quedando Valentín como
presidente interino. Con la ayuda de algunos colaboradores y, sobre todo, de su
amigo José María Luis Mora, elaboró un conjunto de leyes y decretos que en
resumen contenían las siguientes ideas:
1.
Permitir la libertad de pensamiento y expresión
2.
Prohibir al clero y ejército intervenir en asuntos de política y destituir a
los militares que se hubiesen pronunciado en contra del gobierno
3.
Clausurar la Universidad Pontificia, porque en ésta se encontraba un grupo
contrario a las ideas de un México independiente y democrático, y reemplazarla
por una Dirección de Instrucción Pública, que se encargaría de todo lo relativo
a la educación de los mexicanos.
4.
Para extender la educación, propuso asimismo la apertura de escuelas nocturnas
para que un mayor número de jóvenes tuvieran la oportunidad de aprender y la
creación de escuelas normales para maestros
5.
La desamortización de los bienes de la Iglesia.
Valentín
Gómez Farías fue atacado duramente e incluso en algunos lugares de la República
hubo levantamientos armados, alentados por ciertos grupos que estaban en
desacuerdo con él; sus enemigos llegaron a apodarlo Gómez Furias.
En
1833, además de las rebeliones en contra del gobierno, hubo una serie de sismos
a lo largo de todo el país, así como una epidemia de cólera en la ciudad de
México. Como médico, Gómez Farías dispuso que se colocara a los enfermos en una
sección del Palacio Nacional; allí, él mismo dedicó una parte de su tiempo para
atenderlos.
En
1834, Santa Anna volvió a ocupar la Presidencia y para quedar bien con los
conservadores se dedicó a perseguir a los liberales. Disolvió el congreso y
suprimió el cargo de vicepresidente, por lo que Gómez Farías se vio obligado a
abandonar el país. En 1845, ante la eminente invasión norteamericana, el
Congreso designó como presidente interino a Santa Anna y vicepresidente a Gómez
Farías. En Marzo de 1846, las fuerzas norteamericanas iniciaron las primeras
escaramuzas contra las tropas mexicanas. El Congreso de Washington declaró la
guerra a México, pero el ejército mexicano se encontraba mal armado y peor
alimentado, los invasores tomaron la ciudad de México y como consecuencia de
esta lucha se perdió casi la mitad del territorio Nacional.
El
5 de febrero de 1857, Valentín Gómez Farías, en el sitio de honor como
Presidente de la Cámara, vio con gran satisfacción que su trabajo, sus exilios
y fatigas, no habían sido en vano: ese día se firmó la nueva Constitución. Don
Valentín murió el 5 de julio de 1858, sus restos se encuentran en la Rotonda de
los Hombres Ilustres.
Fin de la cita.
Reciban por este medio un cordial saludo fraterno.